viernes, 14 de diciembre de 2012
domingo, 11 de noviembre de 2012
Taller de formación de personas libro “La palabra vinculada”
Asociación Personas Libro de
Sevilla Fahrenheit 451
Taller de formación de personas
libro “La palabra vinculada”
Impartido por Antonio Rodríguez Menéndez, ideólogo y
fundador del proyecto Fahrenheit 451
Centro Cívico Torre del Agua
(Plaza Vicente Aleixandre, s/n)
Miércoles, 21 de noviembre.
De 17.00 h a 20.30 h (gratuito)
Para mayor información:
Tf.: 637891474
personaslibrosevilla451.blogspot.com.es
miércoles, 3 de octubre de 2012
Cita con la libertad en el Oratorio de San Felipe Neri
Las
personas libro de Sevilla compartirán sus textos memorizados sobre la libertad
en un acto que tendrá lugar en el Oratorio de San Felipe Neri (Cádiz), donde
los diputados constitucionalistas celebraron sus reuniones. El acto lo han organizado las Personas Lectoras de Cádiz. Contaremos con la presencia de Antonio Rodríguez Menéndez, ideólogo del proyecto personas libro.
Personas libro de Sevilla, Córdoba, Málaga...
Tema: La
libertad
Fecha: Domingo,
7 de octubre de 2012
Hora: 11.00 h
Lugar: Oratorio San Felipe Neri
jueves, 27 de septiembre de 2012
—¿Cuántos son ustedes?
—¿Cuántos
son ustedes?
—Miles, que
van por los caminos, las vías férreas abandonadas, vagabundos por el exterior,
bibliotecas por el interior. Al principio, no se trató de un plan. Cada hombre
tenía un libro que quería recordar, y así lo hizo. Luego, durante un período de
unos veinte años, fuimos entrando en contacto, viajando, estableciendo esta
organización y forzando un plan. Lo más importante que debíamos meternos en la
cabeza es que no somos importantes, que no debemos ser pedantes. No debemos
sentirnos superiores a nadie en el mundo. Solo somos sobrecubiertas para
libros, sin valor intrínseco. Algunos de nosotros viven en pequeñas ciudades.
El Capítulo I del Walden, de Thoreau,
habita en Green River, el Capítulo II, en Willow Farm, Maine. Pero si hay un
poblado en Maryland, con solo veintisiete habitantes, ninguna bomba caerá nunca
sobre esa localidad, que alberga los ensayos completos de un hombre llamado
Bertrand Russell. Coge ese poblado y casi divida las páginas, tantas por
persona. Y cuando la guerra haya terminado, algún día, los libros podrán ser
escritos de nuevo. La gente será convocada una por una, para que recite lo que
sabe, y lo imprimiremos hasta que llegue otra Era de Oscuridad, en la que,
quizá, debamos repetir toda la operación. Pero esto es lo maravilloso del
hombre: nunca se desalienta o disgusta lo suficiente para abandonar algo que
debe hacer, porque sabe que es importante y que merece la pena serlo.
Ray Bradbury
Fahrenheit 451,
Orbis, pp. 171-172
Una cosa más —dijo Beatty
—Una cosa
más —dijo Beatty—. Por lo menos, una vez en su carrera siente esa comezón.
Empieza a preguntarse qué dicen los
libros. Oh, hay que aplacar esa
comezón, ¿eh? Bueno, Montag, puedes creerme, he tenido que leer algunos libros
en mi juventud, para saber de qué trataban. Y los libros no dicen nada. Nada que pueda enseñarse o
creerse. Hablan de gente que no existe, de entes imaginarios, si se trata de
novelas. Y si no lo son , aún peor: un profesor que llama idiota a otro, un
filósofo que critica al de más allá. Y todos arman jaleo, apagan las estrellas
y extinguen el sol. Uno acaba por perderse.
—Bueno,
entonces, ¿qué ocurre si un bombero accidentalmente, sin proponérselo en realidad,
se lleva un libro a casa?
Montag se
crispó. La puerta abierta le miraba con su enorme ojo vacío.
—Un error
lógico. Pura curiosidad —replicó Beatty—. No nos preocupamos ni enojamos en
exceso. Dejamos que el bombero guarde el libro veinticuatro horas. Si para
entonces no lo ha hecho él, llegamos nosotros y lo quemamos.
—Claro.
La boca de
Montag estaba reseca.
—Bueno,
Montag. ¿Quieres coger hoy otro turno? ¿Te veremos esta noche?
Ray Bradbury
Fahrenheit
451, Orbis, p. 74
Suscribirse a:
Entradas (Atom)